
31. Matorral espinoso caducifolio
Una zona especial para las aves en otoño.
Nos encontramos ante una densa formación arbustiva de la alta y media montaña mediterránea, donde son frecuentes los arbustos espinosos, especialmente en orlas de bosques o en vaguadas algo umbrías y junto a arroyos. En nuestra región, estos paisajes alcanzan su óptimo en el Alto Tajo, la Serranía de Cuenca, la Sierra de Ayllón y la Sierra de Alcaraz. Constituye un hábitat de protección especial, debido al importante papel ecológico que desempeñan durante los meses de otoño para las aves migratorias: los frutos de color llamativo como moras, escaramujos, endrinas, grosellas, etc., constituyen una fuente de alimento esencial para muchos pájaros durante la migración postnupcial, cuando se desplazan hacia latitudes más bajas. Por otra parte, las marañas espinosas son refugio y lugar de cría de numerosos animales.
Para la recreación de los matorrales espinosos caducifolios, se han elegido especies como rosales silvestres o escaramujos (Rosa canina, R. pimpinellifolia), zarza (Rubus ulmifolius), boneteros (Euonymus europaeus, E. latifolius), groselleros (Ribes alpinum, R. uva-crispa), endrino (Prunus spinosa), cerezo de Santa Lucía (Prunus mahaleb), madreselvas (Lonicera xylosteum, L. periclymenum), espino cerval (Rhamnus cathartica), arraclán (Frangula alnus), aligustre (Ligustrum vulgare), morrionera (Viburnum lantana), mundillo (V. opulus)…














