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CULTIVOS MANCHEGOS

    Castilla-La Mancha presenta un clima mediterráneo continentalizado, caracterizado por inviernos fríos, veranos cálidos, grandes oscilaciones térmicas (mínimas más bajas de unos -15ºC en invierno a máximas de 42ºC en verano), sequía estival e irregularidad en las precipitaciones anuales (300/400 mm). Estas características climáticas afectan a la producción de los cultivos tradicionales manchegos, a los que el JBCLM ha dedicado una sección.


    Castilla-La Mancha es una región agrícola, cuya superficie está ocupada fundamentalmente por el cultivo de la vid, el cereal (trigo, avena y cebada) y el olivo, especialmente en la comarca natural de La Mancha. La producción de la región se ha visto sometida a un profundo proceso de transformación en los últimos años, modernizando sus explotaciones, mejorando la calidad de los cultivos y buscando nuevas fórmulas de comercialización de los productos acorde con las exigencias de los mercados.


    En los últimos diez años han perdido superficie cultivos como el melón (Cucumis melo), el girasol (Helianthus annuus), el viñedo (Vitis vinifera) y el centeno (Secale cereale), pero han se han extendido los frutales, como albaricoqueros (Prunus armeniaca) y melocotoneros (Prunus persica), así como la lenteja (Lens culinaris) y el espárrago (Asparagus officinalis). Sin embargo, se ha producido un aumento de superficie de cultivo importante en los frutales de cáscara como los nogales (Juglans regia), almendros (Prunus dulcis) y el pistacho (Pistacia vera), que se ha convertido en el nuevo oro manchego.


    Otros cultivos importantes ligados a la cultura e historia de la región son el azafrán (Crocus sativus), que además vuelve a estar en en auge y hoy en día está muy vinculado al mercado internacional, el ajo (Allium sativum) morado de Las Pedroñeras y la berenjena (Solanum melongena) de Almagro.


Cereales (cebada, trigo, centeno, avena y maíz)
    Debido a las características del terreno manchego, como la aridez del terreno, las actividades agrícolas se han basado históricamente en el cultivo del trigo en secano, junto con la vid y el olivo. Castilla-La Mancha es, en la actualidad, la segunda región española en agricultura ecológica en el sector cerealista.


    En el JBCLM, existe una pequeña representación de distintos cereales antiguos tradicionales de trigos (Triticum), cebadas (Hordeum) y avena (Avena).


Vid (Vitis vinifera)
    El viñedo en Castilla-La Mancha comienza a evolucionar, principalmente, a mediados del siglo XIX, después de la crisis que sufre el sector del cereal. Esta competencia, incentivada por la entrada de productos de otros países y por la introducción del uso de portainjertos de vid de origen americano, con el fin de combatir el problema de los viñedos europeos con la plaga de la filoxera. Así, la vid europea se empezó a injertar con las distintas variedades que hoy en día se utilizan (Airén, Cencibel, Bobal, Garnacha, Macabeo, Chardonnay, Saugvinon Blanc, entre otras).


    En ese momento, la región comenzó a beneficiarse del aumento de la demanda del vino, que favoreció la fabricación de vinos de calidad.


    Los viñedos manchegos son los mayores del mundo en superficie. Sobre estos terrenos, se extiende la Denominación de Origen La Mancha, que ocupa parte de las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo, siendo, además, la denominación de origen de vinos más extensa del planeta. Sin embargo, la Denominación de Origen La Mancha no es la única denominación de origen de vinos de la región: a ésta se añaden otras como las D. O. "Valdepeñas", "Manchuela", "Ribera del Júcar", "Uclés" y "Almansa". En la región, aparecen otras denominaciones como “Méntrida” o “Mondéjar”.


    En el jardín botánico, encontramos una sección dedicada a la viña en los distintos tipos de disposiciones, atendiendo al tipo de poda que se realiza (viña en vaso y manchega) y a las formaciones en espaldera y emparrado.


Olivo (Olea europea)
    Las variedades más implantadas en Castilla-La Mancha son Cornicabra, Picual, Arbequina, Castellana y Manzanilla, entre otras. La más cultivada es Cornicabra, con gran capacidad de adaptación a suelos pobres y zonas secas y frías. Es apreciada por su alto contenido graso y por la calidad de su aceite.


Azafrán manchego (Crocus sativus)
     Los árabes fueron los principales responsables la extensión del cultivo por toda la península ibérica, adaptándose de forma muy particular a las condiciones de suelo y clima de La Mancha.


    El azafrán (Crocus sativus), cultivo de carácter social y familiar, está muy unido a la cultura popular de la región. Debido a la elevada rentabilidad de su cultivo, están surgiendo muchos cultivos nuevos de esta planta. Aademás, está amparado por la DOP Azafrán de La Mancha.


    Castilla-La Mancha fue durante los años 70 y 80 la mayor productora mundial, pero decayó bruscamente en los 90, debido al cambio de tendencia económica. En la actualidad, los productores están apostando por plantaciones sostenibles y por la creación de sociedades para compartir gastos y garantizar un producto exclusivo y de alta calidad.


Almendro (Prunus dulcis)
    El almendro es un cultivo que se adapta perfectamente a los diferentes tipos de suelos y tierras de la región, prefiriendo generalmente las zonas más elevadas y en terrenos de mayor altitud. En los últimos años, se han introducido nuevas variedades de floración más tardía, logrando así asegurar la producción y evitar el riesgo de heladas. Presenta buenas perspectivas de futuro a nivel de rentabilidad y se está trabajando en crear mecanismos de comercialización que busquen responder a las exigencias del mercado nacional e internacional. Se trata, además, de una planta que tiende a naturalizarse.

Pistacho (Pistacia vera)
    La producción de pistacho en Castilla-La Mancha ha sufrido un gran aumento en los últimos 10 años. Las tierras y el clima de la comunidad autónoma tienen las características necesarias para su cultivo: inviernos fríos, con una humedad ambiental muy baja, y veranos largos y calurosos, lo que ha facilitado la proliferación de este cultivo en nuestras tierras.


    En el año 2016, se creó la Asociación para la promoción del Pistacho de Castilla-La Mancha con el objetivo de conseguir una marca de calidad registrada que represente al cultivo de la región. La región se ha convertido así es la comunidad con mayor superficie dedicada al pistacho y la mayor productora del país.

    En el Jardín Botánico de Castilla-La Mancha, encontramos la mayoría de estos cultivos en la colección de frutales y cultivos extensivos. Siendo el momento de la floración y fructificación las épocas más llamativas para los árboles frutales (almendros, ciruelos, melocotoneros, albaricoqueros, cerezos, perales, manzanos, nísperos, kakis) en primavera-verano; y el otoño, la mejor época para poder el disfrute de otros frutales, como nogales, olivos, viñedos, membrillero… así como el azafrán manchego (manto a finales de octubre-primeros de noviembre).
 

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Sección de frutales y plantas industriales en el JBCLM.

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Avena (Avena sp.)

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Vid (Vitis vinifera)

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Azafrán manchego (Crocus sativus) en el JBCLM.

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Floración del almendro (Prunus dulcis) en el JBCLM.

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