
32. Encinar lusoextremadurense
Encinares con piruétano habituales en el occidente castellanomanchego.
El piruétano (Pyrus bourgaeana) acompaña a las encinas en suelos silíceos, en entornos secos o subhúmedos (450-750 mm anuales). Constituyen los bosques climácicos* en entornos mesomediterráneos algo más secos que los alcornocales. Al igual que los alcornocales, los encinares luso-extremadurenses incorporan especies habituales en los suelos silíceos de Castilla-La Mancha, como la cornicabra (Pistacia terebinthus), la gallocresta (Phlomis purpurea), el durillo (Viburnum tinus), el lentisco (Pistacia lentiscus), así como el arraclán (Frangula alnus) y la espuela de caballero (Delphinium fissum subsp. sordidum), especie en peligro crítico de extinción y protegida en Castilla-La Mancha.
La especie característica de estos bosques, el piruétano, pertenece a la familia de las rosáceas. Es un arbolillo que llega a alcanzar 10 m de altura y, si bien resiste la sequía, se resiente mucho con las heladas. A veces se confunde con el peral doméstico (Pyrus communis), aunque los frutos del piruétano son más pequeños. Aunque no tienen interés culinario, son muy apreciados por animales como el tejón, el zorro o el ciervo.
*Bosque climácico: también llamado comunidad clímax o vegetación potencial. Se da cuando la comunidad de flora llega a un estado de desarrollo en que hay poco crecimiento biomásico y donde los organismos están más especializados, mejor adaptados y más organizados; es decir, la comunidad está madura y hace un uso óptimo del espacio y la energía, estableciéndose un equilibrio dinámico entre los organismos y el medio ambiente.













