El objetivo de esta sección, de aspecto algo asilvestrado, es el de dar a conocer la importancia de las relaciones planta-insecto y su papel crucial para el correcto funcionamiento de los ecosistemas. Además se llama la atención sobre el declive actual de este grupo zoológico en muchas regiones del mundo y se explica cómo podemos convivir con ellos y fomentar su presencia en nuestros entornos para beneficiarnos de sus servicios.

La alberca anexa a esta zona, que se utiliza también en el riego de los huertos, funciona como un espacio de reproducción de diferentes especies de insectos dulceacuícolas, preferentemente de libélulas y caballitos del diablo, insectos útiles en el control de plagas. Antes de entrar en el recorrido circular de la colección, nos recibe un arenero donde crían avispas de la arena (Bembix, Tachysphex, Sphex), importantes polinizadores y controladores de plagas.

El recorrido, acompañado de carteles informativos, nos permite apreciar también un hotel de abejas, donde crían especies de abejas solitarias (el 99% de especies ibéricas no forman enjambres, pero realizan una importante labor en la polinización de la vegetación entomófila), junto a un prado naturalizado con herbáceas anuales y bisanuales. También encontramos vegetación de floración temprana como el aladierno (Rhamnus alaternus), almendro (Prunus dulcis), caléndula (Calendula arvensis, C. officinalis), que alimentan a los polinizadores al inicio de la primavera, cuando los recursos no son todavía abundantes. En uno de los puntos de este jardín, se ha dispuesto madera muerta para potenciar la presencia de insectos xilófagos y descomponedores, como el escarabajo rinoceronte europeo (Oryctes nasicornis) y su parasitoide, la avispa mamut (Megascolia maculata). Además, las diferentes especies florísticas (arbustos, árboles y herbáceas) que acompañan a la colección funcionan como una importante fuente de alimentación de lepidópteros, ortópteros, dípteros, etc.