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Qué ver en verano (julio-agosto) 
en el Jardín Botánico

El verano llega al botánico con la floración de las especies que conforman la Colección de Labiadas. Entre ellas, se encuentra el rabogato de Abenuj (Sideritis serrata), una especie amenazada de extinción endémica de Tobarra (Albacete). También florece, a principios de julio, el tomillo andaluz (Thymbra capitata).

    En la zona perilagunar de las recreaciones de Ruidera y Tablas de Daimiel, florecen Lysimachia vulgaris (flores amarillas) y Lysimachia ephemerum (flores blancas). También las masiegas (Cladium mariscus) presentan sus altas espigas estos días. Las libélulas también están muy activas en la época estival. No resulta difícil ver una decena de especies en la zona, como la impresionante libélula emperador (Anax imperator) y algún pequeño caballito del diablo (Enallagma cyathigerum).

    En la rocalla caliza, termina la floración de las Santolinas, mientras los hisopos (Hyssopus officinalis) inician la suya.

    En la recreación de los bosques caducifolios mixtos del Alto Tajo, termina de florecer el margaritón Leucanthemum pallens, junto al Ligusticum lucidum, cuyas umbelas comienzan a llenarse de pequeñas semillas. En torno a ellos, fructifican los mostajos (Sorbus aria), los rosales silvestres (Rosa canina, R. pimpinellifolia) y los arces campestres (Acer campestre), mientras florecen las zarzamoras (Rubus ulmifolius).

    Además, ya maduran los frutos del matorral espinoso caducifolio, como las endrinas (Prunus spinosa), la morrionera (Viburnum lantana), el mundillo (Viburnum opulus) y el rosal silvestre (Rosa canina).

    El Jardín Histórico nos recibe con la sombra de la pérgola abovedada, regalándonos las flores del magnolio (Magnolia grandiflora) y la legaña de perro (Caesalpinia gilliesii).

    Al fondo del jardín, encontraremos la explosión vegetal de las verduras en los huertos, junto a los Jardines del Mundo. Los frutales también se llenan de peras, manzanas, almendras, nueces...

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