Albaricoquero
El albaricoquero ha sido valorado desde la antigüedad tanto por sus frutos dulces y nutritivos como por su importancia en la medicina tradicional y la cultura gastronómica de diversas regiones del mundo.

Nombre científico: Prunus armeniaca
Nombre común: Albaricoquero.
Familia: Rosaceae.
Etimología: El nombre científico Prunus armeniaca proviene del latín y hace referencia a Armenia, ya que los romanos creían que esta fruta se originaba en dicho territorio. El término "Prunus" hace referencia al género que agrupa a ciruelos, cerezos, almendros y durazneros. "Armeniaca" significa "de Armenia", aunque estudios genéticos han demostrado que su origen más remoto está en China.
Distribución y hábitat: El albaricoquero es originario de Asia Central, específicamente de regiones que incluyen China y Armenia. Desde allí, se extendió a través de la Ruta de la Seda hacia Europa y el Mediterráneo. Actualmente, se cultiva en muchas partes del mundo, especialmente en zonas templadas y mediterráneas como España, Turquía, Irán y California.
En estado silvestre, crece en terrenos bien drenados y soleados, adaptándose tanto a zonas montañosas como a valles con suelos fértiles.
Descripción y cuidados: Es un árbol caducifolio de la familia Rosaceae. Puede alcanzar entre 4 y 10 metros de altura, con una copa redondeada y ramas extendidas. Sus hojas son ovaladas, de borde serrado y color verde brillante. Florece a finales del invierno o principios de la primavera, produciendo flores blancas o rosadas con cinco pétalos. Su fruto, el albaricoque, es una drupa redonda o ligeramente ovalada, de piel aterciopelada y color amarillo-anaranjado, con un hueso duro en su interior.
Para su cultivo, requiere climas templados con inviernos fríos y veranos secos y soleados. Prefiere suelos bien drenados y ricos en materia orgánica. Necesita riegos moderados, evitando encharcamientos. La poda es recomendable en invierno para mejorar la producción de frutos y la aireación del árbol. Es susceptible a plagas como el pulgón.
El albaricoquero ha sido valorado desde la antigüedad tanto por sus frutos dulces y nutritivos como por su importancia en la medicina tradicional y la cultura gastronómica de diversas regiones del mundo.
En el Jardín Botánico, la encontramos en la zona de los frutales de hueso.