Cardoncha
Planta bienal que durante su primer año desarrolla una roseta basal de hojas alargadas y dentadas, mientras que en el segundo año produce un tallo erecto y espinoso que puede alcanzar hasta 2 metros de altura.
Su característica más distintiva es su inflorescencia ovoide y espinosa, compuesta por numerosas flores pequeñas de color lila o púrpura dispuestas en una cabezuela cilíndrica.

Nombre científico: Dipsacus fullonum
Familia: Caprifoliaceae
Etimología:
• “Dipsacus”: proviene del griego dípsa, que significa "sed", en referencia a la capacidad de sus hojas fusionadas para retener agua.
• “fullonum”: deriva del latín fullones, que significa "bataneros" o "tejedores", ya que se usaba para cardar lana en la industria textil antigua.
Descripción:
Planta bienal que durante su primer año desarrolla una roseta basal de hojas alargadas y dentadas, mientras que en el segundo año produce un tallo erecto y espinoso que puede alcanzar hasta 2 metros de altura.
Su característica más distintiva es su inflorescencia ovoide y espinosa, compuesta por numerosas flores pequeñas de color lila o púrpura dispuestas en una cabezuela cilíndrica. A medida que florecen, las flores forman un anillo que se desplaza gradualmente desde el centro hacia los extremos. Sus hojas caulinares son opuestas y se fusionan en la base, formando una especie de depósito que retiene agua de lluvia.
Distribución y hábitat:
Es originaria de Europa, el norte de África y Asia occidental, aunque actualmente se encuentra naturalizada en otras partes del mundo, como América del Norte y Australia. Crece en terrenos húmedos y abiertos, bordes de caminos, márgenes de ríos y campos en barbecho. Prefiere suelos bien drenados y expuestos al sol.
Usos y curiosidades
🔹 En la antigüedad, sus cabezuelas secas se empleaban para cardar lana y dar acabado a los tejidos.
🔹 Se ha utilizado en medicina tradicional por sus propiedades diuréticas y cicatrizantes.
🔹 Es una planta muy atractiva para polinizadores, como abejas y mariposas.
Dónde verla en el Jardín Botánico de Castilla-La Mancha:
Fácil de ver en el prado húmedo de la recreación de la Dehesa de Zacatena, llegando ya a las Tablas de Daimiel.