Nombre científico: Ginkgo biloba

Familia botánica: Ginkgoaceae

Descripción general:

Árbol caducifolio de gran longevidad, se considera un fósil viviente, ya que es la única especie superviviente de un grupo de árboles que existió hace más de 200 millones de años.

Puede alcanzar hasta 30 o 40 metros de altura, con una copa piramidal cuando es joven y más redondeada con la edad. Sus hojas son muy características: en forma de abanico (flaveladas), con nervaduras paralelas y un color verde brillante que se torna amarillo dorado en otoño antes de caer. Es una especie dioica, con ejemplares masculinos y femeninos separados. Los frutos, producidos solo por los árboles femeninos, son carnosos y desprenden un olor desagradable al madurar por su alto contenido en ácido butírico.

Etimología del nombre científico:

• Ginkgo: proviene de una transcripción errónea del japonés gin-kyo, que significa “albaricoque plateado”, en      referencia al color de sus semillas.

• biloba: del latín bi- (“dos”) y lobus (“lóbulos”), por la forma bilobulada de sus hojas.

Hábitat y distribución:

Originario de China, donde se cultiva desde la antigüedad en templos y jardines, el Ginkgo biloba se ha extendido por todo el mundo como árbol ornamental y medicinal. Es muy resistente a la contaminación urbana, las plagas y las condiciones climáticas adversas.

Usos y curiosidades:

🔹 Cultivado desde hace más de 1.000 años como árbol sagrado en templos budistas.
🔹 Sus hojas se utilizan en fitoterapia por sus propiedades vasodilatadoras y antioxidantes, que mejoran la circulación y la memoria.
🔹 Fue uno de los pocos seres vivos que sobrevivió a la bomba atómica de Hiroshima, símbolo de resistencia y renacimiento.

En el Jardín Botánico lo encontramos en la zona de acceso delantera a los edificios y en la Colección Sistemática, así como en el cuadro de Asia, en el arboreto de medicinales.